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Necesitamos encontrarnos para cerrar heridas

GREGORIO SANTOS PROPONE A LA IZQUIERDA

Publicado: 2017-06-11
Líder de Más Democracia, uno de los bloques izquierdistas con registro electoral, propone una convergencia progresista por una nueva Constitución y para enfrentar a la aplanadora político-mediática adversa a todos los proyectos alternativos al modelo económico. En esta entrevista habla del gobierno, el fujimorismo, la unidad de la izquierda y su situación judicial. El diario UNO inicia así una serie de entrevistas denominadas Diálogos Convergentes.

¿Cómo ve al gobierno de PPK?
No tiene capacidad de respuesta.Ni frente a Gloria, ni frente a la reconstrucción, ni frente a los grandes consorcios mediáticos, ni frente a todos los fenómenos políticos. PPK no representa a un partido político, sino a un grupo de amigos, de consorcios empresariales que se han unido para ingresar al gobierno. En ese camino, su respuesta política se centra en manotazos sin objetivos claros. PPK no puede ser firme ni frente al fujimorismo, ni frente a la Confiep.Camina haciendo fintas que al final otorgan más ventaja a quien está en mayoría en el Congreso.Además, hay una disputa del Estado entre los grupos de poder, unos quieren actuar desde el lado del fujimorismo y otros desde el lado de PPK.
¿En qué se expresa esa disputa?
Se percibe claramente cuando quieren sacar Chinchero a cualquier precio, y pareciera que el fujimorismo tendría otros socios a quienes beneficiar.En el caso de la reconstrucción, la Confiep y PPK quieren una forma de reconstrucción, que entra en disputa con el fujimorismo y sus socios que también quieren la reconstrucción.
¿Cuál es su crítica central al proceso de reconstrucción con cambios de PPK?
Lo que ha propuesto PPK y ha aceptado el Congreso, es una reconstrucción propuesta por la Confiep donde se le da un golpe de Estado a los gobiernos regionales.
¿En qué medida golpe a las regiones?
El golpe a regiones y municipios está en liquidar sus capacidades de planificación, de formulación de proyectos, su visión de gobiernos locales, de gestionar su territorio y sus recursos. Ejemplo, cómo puede ser que esta reconstrucción le dé presupuesto solo a los alcaldes que tengan buen nivel de ejecución, o a gobiernos regionales que tengan ejecución en un término medio o regular. Lo que se pretende es entregar esos miles de millones, a los sectores de la Confiep, a muchos aliados de Odebrecht y Grañay Montero, que ya vendieron sus acciones y se constituyeron con otros nombres.
¿Qué tipo de reconstrucción propone entonces?
Una reconstrucción democrática para la dignidad de la gente, que le dé fuerza y sostenimiento técnico a los municipios y regiones, acompañamiento técnico-científico para hacer los planes maestros de desarrollo, distrital, provincial, regional y prevenir todo tipo de desastres, articulando la cobertura de los servicios básicos para reducir la gran brecha de injusticia social, de necesidades básicas insatisfechas. Debió servir para potenciar la descentralización y la regionalización y no como ahora, que se le va a entregar los recursos públicos a las empresas ligadas a la Confiep para que sigan dejando la misma herencia, los mismos problemas.
¿Con qué actores privados se debería reconstruir?
Podríamos ver en esta reconstrucción la reactivación económica con consorcios empresariales regionales. Empresarios pequeños o micro empresarios que están asociados mendigando al Estado un contratito; ¿por qué no asociar a estos pequeños empresarios para reconstrucción de carreteras, de instituciones educativas, de establecimientos de salud? Hacer con las universidades públicas los estudios de las defensas ribereñas, de la cuenca, el recorrido del río al pasar por el pueblo y el tema ambiental también. Pero la reconstrucción no tiene esa visión.Van a cometer los mismos errores y de aquí a 10, 15 ó 20 años tendremos otro fenómeno natural que se lleve todo de encuentro nuevamente.
Se habla de keikistas y albertistas dentro del fujimorismo, ¿cómo ve a este sector de la política?

Hemos subestimado al fujimorismo porque cuando sacan 73 congresistas todos dijimos ¿de dónde?, ¿qué?, ¿cuántos? Hemos subestimado sus aprendizajes de 10 años instalados en el gobierno y al subestimarlo, hemos descuidado una propuesta de llegada a los sectores que se sintieron protegidos por Fujimori. El fujimorismo ha aprendido bastante a jugar con el sentimiento nacional, generar distractores y crear agendas. La agenda en torno a Keiko y al hermano Kenji, le da capacidad de maniobra para encerrarnos en torno al mismo fujimorismo. 

El indulto ya no es una propuesta seria. Se ha degenerado, es materia de uso de acuerdo a los intereses que quiere el fujimorismo, porque teniendo al símbolo como es el preso Fujimori, permite manejar las sensibilidad de su base dura que tiene fe en Fujimori, que creyó en Fujimori; y entonces hay un psicosocial ahí: lo victimizan, lo sacan enfermo, es un juguete porque si fuera por los sentimientos de hijos, se la jugarían en una sola alternativa: liberar a su padre por la vía política que tienen ahora; sin embargo eso no les interesa. Lo que les interesa es mantener su bolsón electoral, es lo que más cuidan.

Considero erróneo los comités No a Keiko. Tendría que llevarnos después a un comité No a Kenji, y luego al No a Sachi; cuando en el fondo es el mismo modelo económico neoliberal disfrazado de fujimorismo.

¿Pero no cree que ese No a Keiko fue muy acertado para las segundas vueltas de las campañas 2011 y 2016?
En parte pudo contribuir, pero tiene su límite.
¿Entonces a qué hay que decir No?

A esta dictadura neoliberal que utiliza sistemáticamente elementos como los Fujimori, para garantizar un voto duro y aplicar el modelo económico, porque el fujimorismo no tieneun programa económico; es el mismo de la Confiep, el mismo programa que tiene PPK, no hay diferencia. Hay que reconstruir, refundar la política nacional. 

Muchos han dicho que ahora hay una etapa democrática que la hemos recuperado en el 2000. Yo no considero que hayamos recuperado la democracia. Solo hemos cambiado de representante en Palacio para que continúe la dictadura que dejó marcada la Constitución del 93.

¿Cree que aún vivimos bajo el signo del golpe del 92?
Sí. Lo que ha cambiado son los apellidos, de Toledo a García, de García a Humala; la misma constitución, el mismo programa, los mismos actores, los mismos dictadores mediáticos, los que se beneficiaron. Entonces, Keiko quiere ahora recuperar la dictadura que dejó su padre y que los demás han continuado.
¿Y cuál es la salida?
Desde el proyecto político Más Democracia, consideramos que en esta etapa se está desarrollando una contradicción entre los bloques del continuismo neoliberal que quieren mantener la constitución del 93 y los bloques de resistencia política que están surgiendo en las regiones. Es el caso del Aymarazo, el Baguazo, Conga, etc. donde se han generado nuevos actores políticos muchos todavía invisibles por ahora y otros con cierta visibilidad. Ese bloque que lucha por construir un nuevo escenario y una confrontación en el terreno de las ideas, de la política y de la economía, es el que nosotros estamos tratando de organizar.
¿Cómo?
Lo canalizamos primero por la necesidad impostergable de cambiar la constitución del 93. Para ello, el camino que hemos elegido es el de la recolección de firmas, de tener dos millones trescientas mil firmas, y hacer un debate constitucional con comités constituyentes, con regiones constituyentes, con distritos constituyentes. Tener una nueva Constitución y someterla a referéndum es golpear donde más le duele al modelo económico.
¿Qué supone ese cambio constitucional?
Un estado democrático, patriótico, soberano, descentralizado que ponga orden en la economía, cobre deudas tributarias, revise contratos; tener un nuevo escenario para dar un salto a la diversidad productiva y no un modelo primario exportador. Recuperar las riquezas nacionales. La primera riqueza es la soberanía sobre el mar peruano, que podría equilibrar el producto bruto interno en torno a la pesca. Una segunda cuestión es el tema de la franja costera: tener Chinecas o Chavimochic con soberanía alimentaria y en manos de los peruanos.Los otros temas son la cordillera andina, la Amazonía, el espectro electro magnético, la telefonía y finalmente la infraestructura de puertos y aeropuertos. Si hacemos eso, el país tendría equilibrio en la economía y daría un salto. Pero, necesitamos la aglutinación de todas las fuerzas, que haya una convergencia para poder unirnos en torno al debate por una nueva Constitución.
¿Ha conversado con Verónika Mendoza?
He conversado con la señora Verónika y con una parte de su equipo político, sobre el país, la izquierda y el progresismo. Le he expresado mi voluntad de deponer intereses personales; inclusive le dije que estoy dispuesto a que haya procesos internos democráticos para definir liderazgos. Le he propuesto hacer un encuentro del progresismo para empezar a conocernos y cerrar heridas. También participar juntos en las elecciones municipales y regionales con la inscripción de Democracia Directa que ha abierto su padrón para que todos los patriotas participen. Después de dos meses no he recibido respuesta.
¿Con qué otros líderes de la izquierda ha hablado?
La izquierda peruana, el progresismo, la lucha por una nueva Constitución no depende de Verónika, ni de Santos. Depende de un trabajo conjunto, de una plataforma y un programa común que nos una a todos para recuperar el país para todos. Nuestros hermanos de Más Democracia han hablado con los sectores del Frente Amplio de Arana. No hemos tenido respuesta aún. Hemos hablado con otros sectores también. Está pendiente una conversación con Vladimir Cerrón y con Avanza país, y otros más.
¿Y con Juntos por el Perú?
No hemos tenido ningún acercamiento, sin embargo ninguna posibilidad está cerrada. Más allá de entender la unidad como reuniones, como conversaciones, entendemos la unidad de acción, en el trabajo de contacto con la población, en el debate directo por recolectar los millones de firmas que necesitamos -tenemos casi dos millones de firmas, nos falta un millón – por la nueva Constitución.
La ofensiva del fujimorismo y sus aliados busca construir un consenso sin izquierdas

Eso también se lo he dicho a la compañera Verónica y a varios. La estrategia de la derecha mediática empresarial, es demoler todo liderazgo alternativo al modelo económico. De allí la estrategia de salpicar con Odebrecht a todos los que puedan. 

Quieren decirnos que el tema de la corrupción es un tema de los dirigentes políticos populares, sociales. La ofensiva mediática de El Comercio y toda su alianza es bastante fuerte. Casi se puede decir que ya no la podemos controlar, pero veo un pueblo peruano que se da cuenta de que se trata de impedir que surjan movimientos alternativos al modelo.

¿Será candidato el 2021?
No podemos poner por delante las candidaturas. Tenemos que poner primero el programa, la organización y la estructura. Los bloques de izquierda tenemos que reconocer que somos débiles. Tenemos primero que organizar y construir la base a la cual decimos representar. De lo contrario, la dictadura mediática con un solo pantallazo nos va a liquidar.
Ha estado 25 meses en prisión preventiva, ¿de qué se le acusa y por qué?

El gobierno de Humala hizo una reunión de Consejo de Estado para intervenir Cajamarca y varias regiones. Tenían que meterme preso sí o sí. Armaron un caso para determinar de dónde salía el dinero para movilizar a la gente contra Yanacocha, contra Conga. Esta lucha se había transformado en una resistencia política y en un desenmascaramiento de Humala. Instrumentalizaron la Contraloría General de la República, designaron una fiscalía especializada que me saca de mi jurisdicción hacia Lima y me acusan de asociación ilícita, colusión agravada y colusión simple. Dijeron que había 150 millones de soles perdidos que perjudicaban al Estado, pero al término de cuatro años no existe tal perjuicio, no existe tal asociación ilícita y menos colusión agravada, porque las obras se ejecutaron. Por ejemplo, en electrificación rural pasamos de 55%, a 60% y luego a 90% de cobertura en Cajamarca. Eso lo ha reconocido el propio Ministerio de Energía y Minas. 

Mi juicio es político, yo lo he llamado el Conga juicio. Yanacocha, la familia Roque Benavides, el grupo El Comercio, Graña y Montero y Odebrecht, no tenían otra forma de frenar el crecimiento social y político del movimiento de resistencia si no me detenían.

¿Cuándo acaba su proceso judicial?
Terminará probablemente en agosto. Es una situación desigual porque me encerraron 25 meses, no de manera preventiva, sino para que no pueda defenderme, para empapelarme, llenarme de 140 tomos de papeles que no dicen nada. Buscaron a tres colaboradores eficaces, les pusieron un código y al final, aunque no prueban nada, ya dañaron mi imagen ante la población. Pero a mí no me han podido ganar la moral.

Escrito por

Carlos Bedoya

Periodista y abogado. Interesado en política, economía y sociedad @cbedoyam


Publicado en

Disidencias

reflexiones, artículos, entrevistas, reportajes e investigación sobre política, economía, sociedad, género e historia.